Tenemos que vernos más (o no) - El anuncio de Ruavieja 2018
Será muy raro que no sepas de qué te estoy hablando si te digo que tenemos que vernos más o si te menciono el icónico anuncio navideño de Ruavieja, que en 2025 cumple casi una década desde su primera edición.
Un spot publicitario que sigue conmoviendo y generando conversación, como señaló recientemente Laura Gómez, directora de Marketing de Bacardí España: "Ruavieja ha logrado trascender la publicidad para convertirse en un ritual emocional de la Navidad". Y, sin duda, seguirá siendo premiado en festivales como el Cannes Lions o los Premios Effie.
Pero más allá de su calidad creativa indiscutible y de su capacidad para conectar con emociones universales (algo que el 78% de los españoles reconoce sentir durante las fiestas, según un estudio de YouGov de 2024), esta campaña nos ofrece valiosas lecciones sobre cómo construir mensajes atemporales. Como explica el psicólogo Rafael Santandreu en su último libro: "La culpa por no dedicar tiempo a los seres queridos es una emoción primaria que las marcas pueden canalizar, pero con responsabilidad".
El análisis del éxito de "Tenemos que vernos más" en 2025 revela datos sorprendentes: acumula más de 120 millones de visualizaciones en YouTube desde su lanzamiento, con picos anuales cada diciembre. La campaña ha evolucionado incorporando formatos digitales interactivos, como los "Brindis Virtuales" mediante realidad aumentada, una innovación que según María López, experta en publicidad digital de Google, "ha permitido mantener la esencia mientras se adapta a los nuevos hábitos de consumo".
Ruavieja ha logrado lo que pocas marcas: convertirse en un símbolo cultural. Como señala el informe "Tendencias Publicitarias 2025" de PwC, el 65% de los consumidores asocian directamente la marca con valores como la nostalgia y la reconciliación. Este posicionamiento se ha reforzado con iniciativas como el "Mapa del Reencuentro", plataforma lanzada en 2023 que geolocaliza a personas dispuestas a recuperar contactos perdidos, y que ya cuenta con más de 2 millones de usuarios registrados.
La evolución del concepto es notable. Mientras en 2018 se centraba en la culpa por el distanciamiento físico, la versión 2025 -desarrollada por la agencia Lola MullenLowe- aborda la "fatiga digital": el 63% de los españoles confiesa sentirse agotado por las interacciones virtuales superficiales (Datos: IAB Spain 2024). El nuevo spot muestra cómo un simple brindis presencial puede ser más reconfortante que cientos de mensajes y videollamadas.
Esta narrativa resuena especialmente entre millennials y la Generación Z. Según un estudio de Spotify, el tema musical de la campaña (una versión actualizada de "Those Were the Days" por la artista emergente Alba Reche) fue la canción más añadida a listas navideñas en 2024. "Las marcas que logran integrarse en las tradiciones generacionales crean vínculos permanentes", afirma Carlos Gómez, director de Innovación en Havas Media.
El fenómeno Ruavieja ha inspirado numerosos análisis académicos. La Universidad Complutense publicó en 2024 una investigación sobre su impacto sociológico, destacando cómo "ha redefinido el marketing emocional al convertir un producto en catalizador de relaciones humanas". Paralelamente, la marca ha ampliado su portafolio con ediciones limitadas co-creadas con consumidores, como la botella "Reencuentros", cuyos beneficios apoyan programas contra la soledad en ancianos.
En el panorama competitivo de las campañas navideñas (donde Freixenet apuesta por metaverso y El Gordo por inteligencia artificial predictiva), Ruavieja mantiene su esencia. Como reflexiona su director creativo, Jorge Martínez: "La tecnología debe servir para facilitar conexiones reales, no sustituirlas. Nuestro reto es seguir siendo relevantes sin perder autenticidad".
En 2025, el mensaje trasciende la publicidad: según el Observatorio de Consumo Responsable, el 41% de los españoles ha iniciado algún reencuentro inspirado por la campaña. Psicólogos advierten sobre el "efecto Ruavieja": la presión social por reconciliaciones perfectas. La marca ha respondido con guías sobre gestión de expectativas y colaboraciones con influencers que muestran reencuentros imperfectos pero auténticos.
¿Qué podemos aprender? Que las grandes ideas perduran cuando se adaptan sin perder su núcleo emocional. Que la tecnología bien aplicada potencia, no reemplaza, lo humano. Y que, como consumidores, debemos disfrutar de estas narrativas sin caer en idealizaciones. El verdadero brindis está en valorar tanto a quienes están lejos como a quienes tenemos cerca, construyendo momentos significativos más allá de fechas concretas o marcas determinadas.
Pero más allá de su calidad creativa indiscutible y de su capacidad para conectar con emociones universales (algo que el 78% de los españoles reconoce sentir durante las fiestas, según un estudio de YouGov de 2024), esta campaña nos ofrece valiosas lecciones sobre cómo construir mensajes atemporales. Como explica el psicólogo Rafael Santandreu en su último libro: "La culpa por no dedicar tiempo a los seres queridos es una emoción primaria que las marcas pueden canalizar, pero con responsabilidad".

El análisis del éxito de "Tenemos que vernos más" en 2025 revela datos sorprendentes: acumula más de 120 millones de visualizaciones en YouTube desde su lanzamiento, con picos anuales cada diciembre. La campaña ha evolucionado incorporando formatos digitales interactivos, como los "Brindis Virtuales" mediante realidad aumentada, una innovación que según María López, experta en publicidad digital de Google, "ha permitido mantener la esencia mientras se adapta a los nuevos hábitos de consumo".
Ruavieja ha logrado lo que pocas marcas: convertirse en un símbolo cultural. Como señala el informe "Tendencias Publicitarias 2025" de PwC, el 65% de los consumidores asocian directamente la marca con valores como la nostalgia y la reconciliación. Este posicionamiento se ha reforzado con iniciativas como el "Mapa del Reencuentro", plataforma lanzada en 2023 que geolocaliza a personas dispuestas a recuperar contactos perdidos, y que ya cuenta con más de 2 millones de usuarios registrados.
La evolución del concepto es notable. Mientras en 2018 se centraba en la culpa por el distanciamiento físico, la versión 2025 -desarrollada por la agencia Lola MullenLowe- aborda la "fatiga digital": el 63% de los españoles confiesa sentirse agotado por las interacciones virtuales superficiales (Datos: IAB Spain 2024). El nuevo spot muestra cómo un simple brindis presencial puede ser más reconfortante que cientos de mensajes y videollamadas.
Esta narrativa resuena especialmente entre millennials y la Generación Z. Según un estudio de Spotify, el tema musical de la campaña (una versión actualizada de "Those Were the Days" por la artista emergente Alba Reche) fue la canción más añadida a listas navideñas en 2024. "Las marcas que logran integrarse en las tradiciones generacionales crean vínculos permanentes", afirma Carlos Gómez, director de Innovación en Havas Media.
El fenómeno Ruavieja ha inspirado numerosos análisis académicos. La Universidad Complutense publicó en 2024 una investigación sobre su impacto sociológico, destacando cómo "ha redefinido el marketing emocional al convertir un producto en catalizador de relaciones humanas". Paralelamente, la marca ha ampliado su portafolio con ediciones limitadas co-creadas con consumidores, como la botella "Reencuentros", cuyos beneficios apoyan programas contra la soledad en ancianos.
En el panorama competitivo de las campañas navideñas (donde Freixenet apuesta por metaverso y El Gordo por inteligencia artificial predictiva), Ruavieja mantiene su esencia. Como reflexiona su director creativo, Jorge Martínez: "La tecnología debe servir para facilitar conexiones reales, no sustituirlas. Nuestro reto es seguir siendo relevantes sin perder autenticidad".
En 2025, el mensaje trasciende la publicidad: según el Observatorio de Consumo Responsable, el 41% de los españoles ha iniciado algún reencuentro inspirado por la campaña. Psicólogos advierten sobre el "efecto Ruavieja": la presión social por reconciliaciones perfectas. La marca ha respondido con guías sobre gestión de expectativas y colaboraciones con influencers que muestran reencuentros imperfectos pero auténticos.
¿Qué podemos aprender? Que las grandes ideas perduran cuando se adaptan sin perder su núcleo emocional. Que la tecnología bien aplicada potencia, no reemplaza, lo humano. Y que, como consumidores, debemos disfrutar de estas narrativas sin caer en idealizaciones. El verdadero brindis está en valorar tanto a quienes están lejos como a quienes tenemos cerca, construyendo momentos significativos más allá de fechas concretas o marcas determinadas.
Comentarios
Publicar un comentario