¿Por qué un comunista no debería tener un iPhone o un chalet en Galapagar?
En el corazón de la ideología comunista reside la idea de una sociedad sin clases, donde los medios de producción son propiedad y están controlados por la comunidad en su conjunto, y la riqueza se distribuye de manera equitativa.
Quizás debería repetir esto último porque es posible que hayas pasado por esa frase deprisa y corriendo.
A ver...
Los medios de producción son propiedad y están controlados por la comunidad en su conjunto y la riqueza se distribuye de manera equitativa.
Esta visión contrasta radicalmente con la realidad del capitalismo, donde la riqueza se concentra en manos de unos pocos, mientras que la mayoría lucha para satisfacer sus necesidades básicas.
En este contexto, surge la pregunta: ¿es coherente que un individuo que defiende las ideas comunistas posea bienes de consumo de alto lujo, como un iPhone?
La respuesta, para muchos, es un rotundo no. La respuesta, para mí, es un rotundo no.
Si queremos vivir con coherencia.
Si no, claro que sí puede, pero es un o una cantamañanas que nada entre algodones y privilegios. Alguien como el youtuber Diego Ruzzarín, quien en un directo y entrevistando a otro proto hombre de izquierdas se reían de aquellos que para desmontar sus ideas argumentaban que no podían tener un iPhone porque era incoherente.
A lo que ellos respondían en ese directo que era absurdo y que podían disfrutar del fruto de su trabajo como creyeran conveniente. Además de la típica excusa de prefiero invertir en algo bueno que bla, bla, bla.
Me remito al párrafo con letra en tamaño muy grande de más arriba. Tú no tienes derecho al fruto de tu trabajo porque lo que produces no es tuyo, es de la comunidad. Produces para la comunidad con los medios de la comunidad y la comunidad te proporciona los bienes que tú necesitas. Que tal vez fuera un iPhone, pero que sería porque toda la comunidad tendría derecho a un iPhone. No porque tú disfrutes del fruto de tu trabajo. Eso es capitalismo, amigo. Eso es mercado libre.
A continuación, se exploran las razones que sustentan esta postura:
1. Acumulación de riqueza vs. distribución equitativa:
La adquisición de productos de alto precio como un iPhone o un coche de alta gama o un chalet en Galapagar o un Rolex implica la posesión de una cantidad considerable de riqueza. En una sociedad comunista ideal, esta riqueza no debería estar concentrada en manos de un solo individuo, sino que debería ser distribuida de manera equitativa entre todos los miembros de la comunidad.
Comprar estos bienes de lujo significa, en cierto modo, retener recursos que podrían ser utilizados para satisfacer las necesidades de otros.
Un comunista que prioriza su consumo personal por encima del bienestar colectivo estaría actuando en contra de los principios fundamentales de su propia ideología.
2. El fruto del trabajo pertenece a la comunidad:
Como ya he mencionado, en el comunismo, el trabajo individual no se realiza para el beneficio personal, sino para el bien común. El fruto del trabajo, por lo tanto, no pertenece al individuo, sino a la comunidad en su conjunto.
Al comprar un iPhone o un coche de alta gama, el individuo estaría disfrutando de un bien que, en realidad, le pertenece a la comunidad. Esto implicaría una apropiación indebida de recursos que deberían ser utilizados para el beneficio de todos.
3. Igualdad y distinción de clases:
Una sociedad comunista aspira a eliminar las diferencias de clase y promover la igualdad entre todos sus miembros. Poseer bienes de lujo como un iPhone crearía una distinción visible entre el individuo y el resto de la comunidad.
Esto iría en contra del principio de igualdad fundamental para el comunismo, ya que el individuo se estaría posicionando como alguien superior al resto por su capacidad de acceder a estos bienes.
Y de hecho, el wokismo de izquierda que nace en una especie de neo-comunismo reinterpretado de aquella manera ha centrado su discurso, precisamente y principalmente, en la igualdad y la equidad.
Pues fíjate tú que muchos y muchas, mientras defendían la igualdad y la equidad se centraban en disfrutar de artículos que no estaban al alcance de cualquier persona de la comunidad y que les servían como elemento diferenciador. Y si buscas diferenciarte del resto es porque quieres sentirte mejor... o superior.
4. Disfrute individual vs. defensa del sistema capitalista:
Defender las ideas comunistas implica, en esencia, criticar y rechazar el sistema capitalista y sus desigualdades.
Sin embargo, disfrutar de los beneficios del consumo capitalista, como lo es la adquisición de un iPhone o un Audi o un Rolex, entra en contradicción con esta postura crítica.
Al comprar estos productos, el individuo estaría, de alguna manera, apoyando y legitimando el sistema que, en teoría, debería estar combatiendo.
Sobre todo y por lo que implica en el caso del iPhone. A poco que estudies de dónde proviene y cómo se extraen las materias primas básicas se te caería la cara de vergüenza.
Sin citar que no hay empresa que mejor represente el sistema capitalista que Apple.
Es que son contradicciones tras contradicciones.
Si piensas un poco.
5. La búsqueda de la felicidad material vs. la felicidad colectiva:
El comunismo no se enfoca en la satisfacción individual a través del consumo material, sino en la construcción de una sociedad donde todos puedan alcanzar la felicidad y el bienestar.
Priorizar la adquisición de bienes de lujo como un iPhone desviaría la atención de este objetivo colectivo, enfocando al individuo en la búsqueda de la felicidad personal a través de la posesión material.
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Resumen de ideas
En conclusión, la posesión de bienes de consumo de alto lujo como un iPhone por parte de un individuo que defiende las ideas comunistas es, en esencia, incoherente con los principios fundamentales de esta ideología.
Implica:
- la acumulación de riqueza en manos de un solo individuo,
- la apropiación indebida del fruto del trabajo colectivo,
- la creación de distinciones de clase,
- el apoyo al sistema capitalista y
- la priorización de la felicidad individual por encima del bienestar colectivo.
Un verdadero comunista debería enfocar sus esfuerzos en la construcción de una sociedad justa e igualitaria, donde los recursos se distribuyan de manera equitativa y el bienestar de la comunidad sea el objetivo primordial.
Cabe destacar que este artículo presenta una perspectiva crítica sobre la posesión de bienes de lujo por parte de individuos que se identifican como comunistas.
Es importante reconocer que existen diversas interpretaciones y matices dentro del pensamiento comunista, y que la postura individual sobre este tema puede variar.
El objetivo principal de este artículo es generar reflexión y debate sobre la coherencia entre las ideas comunistas y el estilo de vida individual.
Dicho queda.
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