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Roban 80 bicicletas de alta gama en la tienda LTM Racing de Madrid

La mañana del lunes día 5 de octubre se convirtió en la peor de 25 años de trayectoria de la empresa familiar LTM Racing, una tienda de ciclismo de San Sebastián de los Reyes, en Madrid. LTM Racing se fundó hace 25 años por los responsables de Bike Comp, distribuidores de la marca Santa Cruz para el mercado español. Empezaron como un pequeño negocio en el centro de Madrid hasta que en 2013 se mudaron a un local de 500 metros cuadrados y ya en 2017 se ubicaron en la actual nave de 1.000 metros. Al abrir la tienda el personal y propietarios la encontraron vacía, con un agujero enorme en la pared, de aproximadamente dos metros cuadrados que daba a la nave industrial que queda justo al lado y por el que habían sustraído 80 bicicletas de gama alta de las marcas Yeti, Ibis, Santa Cruz y otras marcas, además de mucho material. Cuadros de carbono, horquillas, cascos y prácticamente todo lo que encontraron en la tienda. La policía calcula que los ladrones, al menos 3 personas, abrieron el butró

¿Quieres ganar dinero o cambiar el mundo? ¿O ambas cosas?

Si dices que quieres ganar dinero te miran como si fueras un puñetero explotador. Si dices que quieres cambiar el mundo te miran como si fueras un utópico idealista. Si ya afirmas que ambas cosas son compatibles entonces directamente te tachan de loco.

Si aspiras a crear tu propia vida, ser un profesional independiente, autónomo, freelance, llámalo X, o aprender a equilibrar ambas cosas o, utilizando la lógica binaria te pasará alguna de estas cosas.

Quieres ganar dinero pero pasas de cambiar el mundo

Directamente te conviertes en un vende humo. Serás de esas personas que tiene una gran lengua (y no precisamente para un uso positivo en las relaciones más íntimas) sino para embaucar, rozando cuando no sobrepasando la línea roja de la mentira. Aunque para ti no serán mentiras, serán promesas que en tu cabeza suenan bien y tú mismo te garantizas y garantizas a la otra persona que cumplirás.

Pero sabes perfectamente que no lo harás así. Dejarás muertos y cadáveres allá por donde pases y como Atila por donde tú has cabalgado nadie más volverá a cabalgar porque no quedará piedra sobre piedra ni volverá a brotar una brizna de hierba. Caer en tus manos es una tragedia, ya sea como empleado, socio o cliente.

Quieres cambiar el mundo pero el dinero te da igual

¡Ay, señor! ¡Un idealista! ¡Por favor! ¡Qué bonitos o bonitas son! Tienes la cabeza llena de pajaritos preñados, de ideales y utopías. Te niegas a ver la realidad del ser humano, su malicia, su egoísmo (que no es otra cosa casi siempre que un instinto de supervivencia), sus mentiras.

No es que la gente, esa gente de la que tú y yo formamos parte, sea siempre así, en todo lugar y en todo momento. Pero negar que a veces tenemos esos oscuros, esas sombras, incluso tú, tonto/tonta idealista, es andar con una venda en los ojos, tropezando una y otra vez con los mismos idiotas, las mismas vende humo, los mismos mentirosos, las mismas estafadoras. Si aquí da igual el género que utilices.

Pasas del dinero y del mundo

Puede ser que pases de ganar dinero y pases del mundo. Aborreces a los primeros descritos y te ríes de los segundos. Si es así, para que te metes a ir de por libre. Tú eres un empleado. Y si es público, mejor que mejor. Realmente vas por la vida (profesional y laboral) reptando. Pero oye, que eso es perfectamente legítimo. Que nadie te diga lo contrario. Tú fichas a una hora, haces una labor (siempre en el mínimo exigible), vuelves a fichar y el resto es cosa tuya.

Ocurre que a veces personas así tienen buen padrino y son contratadas como asesoras de asesorar, secretarios ejecutivos, ayudantes terceros, sub-algo de cualquier-cosa, consultor de los que consultan o, en fin, colocados para rellenar cualquier hueco. Si tienes esa oportunidad, oye, aprovéchala. Y si alguien como yo te critica o señala no será por otra cosa que por envidia malsana. Pero, por favor, deja vivir al resto, no olvides ser humilde y escucha más verborrear cosas sin sentido.

Quieres ganar dinero y quieres cambiar el mundo

Ganar dinero es algo legítimo. Y si no que le digan a todos los de izquierda si van a donar sus salarios públicos a alguna institución o si votan alguna vez por una bajada de salarios o si diciendo que no viajarían en primera luego se echan unas siestas monumentales en tal clase. ¿Verdad que eso no pasa? Claro que no.

Porque, verás, al final a todos nos gusta vivir en Galapagar y disfrutar de un buen coche... eléctrico... y pasar unas vacaciones... en Senegal... pero sea como sea, que no falte un duro para la compra del súper, para poder disfrutar algo en la vida, para el iPhone de turno que el otro ya quedó obsoleto (tiene un 5 en vez de un 6 en la carcasa). Espero que se entienda la intención de esta ironía. Vivimos en una sociedad socialista y capitalista. Una sociedad que progresa en lo íntimo pero que sigue funcionando por la explotación de los medios de producción (algo que en sí mismo no es ni malo ni bueno, desde mi punto de vista).

Chiquito disparate. A lo que voy, que ganar dinero no es, per se, malo. Son las formas, las mentiras o verdades y lo que destruyes o construyes lo que convierten el ganar dinero en algo bueno o algo malo. Así que si ganas dinero para tu sustento y el de tu gente, además cambiando el mundo, ayudando a otros negocios a florecer, a salir adelante, orientando hacia el éxito -otra palabra que habría que destripar-, dando soporte para superar errores, haciendo de este mundo loco un mundo un poco más cuerdo, pues que sepas que es absolutamente legítimo, que eres una gran persona. Pero prepárate... lleva casco y protector pectoral, rodilleras y coderas.

Aunque sea el camino más complejo, te aseguro que es, además, el camino más gratificante. Da lo mismo que seas programador en Abades que tengas una inmobiliaria en Los Realejos o te dediques a vender casas en el norte de Tenerife. (¿Qué? ¿Te ha gustado como aprovecho el final para meter un poquito de link building? Había que aprovechar el tiempo.)

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