Opel Blitz TLF 3.6: motor (Italeri 1:24)
Dicen otros aficionados al modelismo de vehículos que se me dan bien los motores. Yo no me lo creo. O no me lo quiero creer. No es falsa humildad, que podría serlo, es más bien exceso de perfeccionismo, complejo hedonista lo llaman, pero no hablo de verse guapo sino de una baja tolerancia a la frustración, a que las cosas no queden perfectas. Es todo un lastre. Porque al final se trata de unos trocitos de plástico que buscan reproducir, más o menos, a una determinada escala, ese objeto que busca imitar la maqueta. Maqueta que sirve para crear la ilusión de “un mundo en nuestras manos”. Mundo que, en definitiva, no controlamos ni de lejos en lo más mínimo. El hedonista es así. Habla mucho, acuerda con todos y con todo desacuerda, en esa búsqueda de la perfección que no existe. El modelista es hedonista. Pero hedonistas son todos los creativos. Pa'bien o pa'mal. O les quieres o los odias. Dicho todo lo cual, que no es otra cosa que un desperdicio innecesario de palabras por m...









