Supermarine Spitfire Mk.1a Airfix 1:72
Hace unos años, me embarqué en un proyecto que marcó un antes y un después en mi relación con el modelismo: mi primera maqueta de un avión terminada con éxito. No era un kit a escala 1:24, como los que recordaba de mi infancia, sino algo más modesto pero igualmente desafiante. Fue mi reencuentro con este hobby, una puerta que creía cerrada tras una desastrosa experiencia juvenil con un gigantesco Junkers de Airfix. El elegido para este renacer fue un kit sencillo de Airfix del icónico Supermarine Spitfire Mk.1a, a escala 1:72, un avión que sirvió con el Escuadrón Número 92 de la Real Fuerza Aérea británica durante la Segunda Guerra Mundial.
Ese pequeño Spitfire, que cabía en la palma de mi mano, fue más que un montaje de plástico; fue una lección de paciencia, precisión y, sobre todo, de disfrute del proceso. Hoy, mirando atrás, aquel proyecto puntual se ha transformado en una afición consolidada. Este artículo ya no es la crónica de un concurso, sino una reflexión sobre por qué el modelismo, especialmente el aeronáutico, se ha convertido en un refugio tan valioso para tantas personas en un mundo digital y acelerado.
El Renacer de un Hobby Clásico en la Era Digital
Contrariamente a lo que podría pensarse, el modelismo está lejos de ser una actividad en declive. En los últimos años, hemos asistido a un resurgimiento notable. Según datos de la Hobby Manufacturers Association, las ventas de kits de modelismo plástico en Estados Unidos experimentaron un crecimiento sostenido entre 2020 y 2023, con un aumento significativo en el segmento de adultos de 18 a 35 años. Este fenómeno no es solo estadounidense; en Europa, ferias como la de Telford (Reino Unido) o la de Moson (Hungría) baten récords de asistencia año tras año. ¿La razón? En un mundo de pantallas táctiles y gratificación instantánea, la meticulosidad y el resultado tangible de un modelo terminado ofrecen una satisfacción profunda y meditativa.Como bien señala el experto en psicología del ocio, el Dr. David Lewis: "Las actividades manuales y focalizadas como el modelismo activan estados de 'flow' o flujo, donde la percepción del tiempo se altera y las preocupaciones se disipan. Es una forma de mindfulness práctico, particularmente beneficiosa para contrarrestar la sobrecarga informativa digital". Esta es, sin duda, mi experiencia personal. Las horas dedicadas a enmascarar, pintar y decalar son un espacio de desconexión absoluta.
Mi Camino: Del Spitfire a la Comunidad
Aquél primer Spitfire fue pintado con acrílicos de Airfix y Vallejo. Recuerdo el camuflaje inferior y el color tierra aplicados con un aerógrafo prestado, y el verde, pintado a mano alzada con el pincel, tras decidir que enmascarar era una batalla para otro día. El cable de la antena quedó flácido y una calca se llenó de burbujas rebeldes. Pero estaba terminado. Y sobre una base que imitaba un trozo de pista y césped, aquel avión representaba una victoria personal.Lo más valioso que me dejó ese proyecto no fue el modelo en sí, sino la conexión con otros aficionados. Gregorio González, entonces presidente de la Asociación de Maquetistas de Tenerife e IPMS Canarias, no solo me regaló el kit, sino la entrada a una comunidad. Descubrí que los modelistas, lejos de ser puristas inaccesibles, son generosos con los novatos. Sí, el nivel de los modelistas de aeronáutica militar españoles está entre los mejores del mundo, pero su pasión es contagiosa, no excluyente.
La Técnica al Servicio de la Historia
El modelismo aeronáutico es un puente único entre la técnica y la historia. Cada kit es una invitación a investigar, a entender la máquina y el contexto en el que voló. En los últimos tres años, la disponibilidad de recursos online—archivos históricos, foros de discusión especializados, y canales de YouTube educativos—ha democratizado este aspecto. Ya no dependes solo de un manual escueto; puedes sumergirte en la historia de un escuadrón concreto o en los debates sobre los tonos exactos del color "Sky" de la RAF.María López, historiadora y responsable del archivo de la Fundación Infante de Orleans, comenta: "El modelista serio se convierte, sin pretenderlo, en un custodio de detalles históricos. Su búsqueda de la precisión contribuye a mantener viva la memoria técnica de aeronaves que, en muchos casos, ya no existen físicamente". Esta dimensión añade una capa de profundidad enorme al hobby. Ya no estás montando un juguete, estás reconstruyendo, a pequeña escala, un fragmento de ingeniería e historia.
Consejos para el Que Quiera Empezar (Sin Crucificaciones)
Si mi experiencia te ha generado curiosidad, aquí van unos consejos desde la humildad del que aún aprende:- Elige un kit sencillo: Como mi Spitfire de Airfix. Las marcas como Airfix, Revell o Tamiya tienen gamas "Starter" o de nivel 1 ideales.
- Invierte en buenas herramientas básicas: Unas pinzas de corte fino, un cutter, lima y un pegamento específico para plástico (como el Tamiya Extra Thin) marcan la diferencia.
- No te obsesiones con la pintura al principio: Unos pinceles básicos y acrílicos de Vallejo o AK Interactive son fáciles de usar y limpiar. El aerógrafo puede llegar más tarde.
- Busca comunidad: Foros como Modelismo y Maquetas o grupos en redes sociales están llenos de gente dispuesta a ayudar. La Asociación de Maquetistas de Tenerife, por ejemplo, sigue activa y es un faro en el panorama nacional.
Aquél Spitfire sigue en mi estantería. No es el modelo más detallado ni el más perfecto, pero es el más importante. Representa el momento en que superé la frustración de un intento fallido de la infancia y redescubrí la paciencia y el placer de crear con las manos. En un mundo que a menudo valora solo el resultado final, el modelismo me recuerda, una y otra vez, que la verdadera recompensa está en el viaje, en esos momentos de concentración silenciosa donde solo existen tus manos, el plástico y la historia que estás a punto de dar vida. Y eso, en 2025, es un lujo invaluable.



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