Un viaje optimista por el futuro

Artículo escrito en enero de 2012 como reseña de la lectura de “Un viaje optimista por el futuro” de Mark Stevenson. La literatura de divulgación científica, bien sea con una mirada hacia el pasado o como una prospección del futuro están entre mis lecturas favoritas, sin duda alguna. La historia y la evolución de la ciencia es tan apasionante como cualquier libro de ficción. O incluso más.



Después de la densa lectura de una de las últimas obras de Eduardo Punset y el alivio del co-escrito entre Hawking y Mlodinow sobre el Universo ha caído en mis manos una excitante obra, para los amantes de la futurología en la divulgación científica, escrito por el polifacético Mark Stevenson bajo el curioso título Un viaje optimista por el futuro.

Este curioso personaje, que comparte con este lector la edad de cuarenta años, combina una faceta de escritor de obras y cómico con la de experto en narraciones sobre el futuro, la innovación en las organizaciones y el aprendizaje, entre otras virtudes, además de fundador de la agencia de comunicación científica ReAgency.

Como experto en comunicación científica y siendo un canalizador de información sobre los últimos avances de la ciencia se pregunta, ¿cómo será el mundo en los próximos años?, ¿hacia dónde caminamos?

Y con esta pregunta emprende un largo viaje de varios meses de duración y más de 100.000 kilómetros recorridos entre idas y vueltas, visitando a los científicos e investigadores más predominantes de la actualidad. Parcela su obra en las ciencias que afectan al hombre, a las máquinas y a la Tierra para terminar con un capítulo llamado, con atino, Re-inicio.

En él postula acertadamente que no estamos preparados para un avance exponencial del conocimiento y la tecnología impulsada de manera imparable por los nuevos avances científicos, grandes saltos que se producen masivamente y de manera vertiginosamente continua.

Stevenson concluye, el futuro va a suponer un viaje complicado. Muchas de las nuevas tecnologías serán puestas al servicio de más actos como el 11-S. La gente seguirá peleándose. Las injusticias no desaparecerán. Pero ahora que he acabado i viaje, me niego categóricamente a creer que la sociedad humana no puede crecer, mejorar y aprender; que no puede asumir el cambio y rehacer mejor el mundo que no podemos conseguir que la tendencia subyacente emerja. Para terminar con la pregunta que inicia su aventura. Y así, ¿qué viene ahora? Lo que he descubierto es que mi pregunta es su propia respuesta. Hay una nueva historia de la humanidad esperando a que la cuenten si respondemos como es debido a su desafío. Creo que podemos intentarlo.

Ahora, mi invitación como lector es que descubras porque su conclusión es su propia pregunta y disfrutes con una amena lectura que te descubrirá lo que ahora mismo se está cociendo en los principales laboratorios del mundo. Si sientes interés por el mundo que viene. ;)

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